sábado, 6 de marzo de 2010

The bus


Parada tras parada, mas y mas personas se unen al viaje. Es un dia de mucho calor y nadie parece estar feliz, salvo aquella pareja de enmorados que viven en una nube de fantasia, y ese grupito de chicas adolescentes que hablan y hablan delo primero que se les viene a la cabeza.
La gente se amontona, miran hacia afuera buscando una distraccion, pero lo unico que tienen en mente es a todos los que estan a su alrededor, sudados, calurosos, y algunos hasta molesos por tener que viajar asi una vez mas. Aquellos que estan sentados,estan comodos y tranquilos, aunque tambien sufren el calor.
Cada uno de un lugar diferente, salgo unos pocos, nadie comparte nada con los dema. Todos tienen diferetes pensamientos, todos tienen distintas actitudes y personalidades. Solo una cosa los une y es estar en el mismo lugar, sufriendo el interminable calor del dia. Que ironico, el sol brilla para nosotros, y solo nos quejamos de el. Deberiamos estar apreciandolo, pero no odemos ya que descuidamos tanto el lugar donde vivimos que cada vez son menos las cosas que podemos disfrutar de el.
Cada parada se ve igual a un juego de las sillas. Los que estan sentados se paran, y entonces cuando el lugar esta libre, todos alrededor miran al asiento, viendo la oportunidad de tomarlo, sin siquiera fijarse si hay alguien que lo necesite mas que uno mismo. Discretamente se van acercando, hasta que solo uno lo consigue. Las personas mayores se sientan adelante, sin embargo hay gente pasando los cuarenta que no tiene asiento, y tras un duro dia de trabajo, o una discusion con su hija o hijo adolescentes, no sabe que otra cosa mala esperar del dia. Quiza no resolvamos sus problemas, pero si antes de sentarnos, mirasemos a nuestro al rededor y encontrasemos a alguien que necesite un descanso de su agotada vida, podriamos ofrecerle el asiento, y aliviariamos un poco su pena.
Pero lamentablemente la mayoria de nosotros no se fija en los demas hasta que necesita la ayuda de alguien. Triste verdad la del mundo, hace falta una catastrofe sobre nosotros paa empezar a fijarse en los demas sin discriminarlos.
Kaoru.

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